En toda Institución Educativa, como en toda organización, se vivencia a diario situaciones conflictivas. La palabra conflicto, en su uso natural, trae aparejada la idea de personas que portan el mismo, antagonismo, choque, daño, emociones negativas pero también cambio. Sin embargo no es solo eso, es también el entorno en que sucede, la historia que sostiene esas personas , las formas en que se emiten los mensajes, por ello personalmente , elijo llamarlos "desencuentros" , con la convicción de que esta palabra genera la idea de configurar o rediseñar un nuevo vínculo, la representación de que " conociéndote , y conociéndome, nos encontramos". Entendiendo por "encuentro", al momento único, personalísimo, por el cual se crea una conexión que abarca la comprensión de los que somos cada uno, desde la historia, cultura, idiosincrasia, contexto; observando a la vez que el otro, con el que se produce el desencuentro - conflicto- también lo posee. Y es en ese momento que, con una mirada, un gesto, una palabras emitida desde la conciencia de saber quién es la persona que escucha, se encuentra el camino, canal comunicacional, en que el vínculo se restablece, se transforma y crea uno nuevo, limpio de calificaciones para hacer del problema o situación que desencuentra, una solución, un nuevo encuentro, un nuevo entorno, una forma de ser distinta a partir de allí.
Considero la importancia de saber y advertir, que un desencuentro es una situación real, única en su momento de esos actores, pero que no son los actores mismos. Separar las personas de las acciones o de las situaciones es una primera tarea, seguida de saber desde dónde cada actor genera tal o cual conducta inarmónica para el sistema en el cual se encuentra. Esto seguro trae aparejado un entrenamiento, un saber hacer, dado que las matrices desde las cuales nos formamos atendían a otros puntos de vista en las resoluciones de este tipo de situaciones, totalmente respetables, pero que van quedando obsoletas ante la realidad cambiante. Mi intención en el análisis, no es adaptativa al acompañamiento de una realidad momentánea sino más bien transformadora, creadora de un entorno y por tanto de formas de accionar desde el compromiso, entendido como antes lo mencioné.
Luego de realizar una investigación en una organización escolar, desde esta mirada, y en el marco de la metodología de comunicación estratégica que sostiene Sandra Massoni, es inevitable observar cuán lejos estamos de realizar esas transformaciones en las escuelas, que en definitiva hacen a la felicidad, en este caso de pertenecer y accionar desde todas las lugares que participan los integrantes con las funciones que se tengan en las Instituciones educativas, extensiva también a otras organizaciones. No es que no seamos felices en ellas, sino que ante situaciones de confrontación dejamos de serlo, porque la resolución beneficia solo a uno de los implicados, y las mismas situaciones en su escalada, resurgen sin ser modificadas. Sin embargo, lejanía no es ausencia, la implementación tardará, pero llegará. Y llegará por que es necesario "saber crear" entornos que nos permita un vinculo ecológico, participativo, cooperativo y comprometido con la Institución o sistema al que pertenecemos, como lo son los equipos en el cual todos persiguen un fin y objetivos, que se plantean en cada Proyecto Institucional Educativo.
Todos los cambios en Educación se plantean desde diversas perspectivas con respecto al fin último. Desde la legislación vigente en Argentina, se afirmar que la Educación " brindará las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promover en cada educando/a la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común", según lo establece la Ley Nacional de Educación 26206 en su artículo 4°. Por tanto, los desencuentro, en Educación , en la convivencia escolar, requieren un nuevo abordaje desde todas las miradas y puntos de partidas, como lo sería por ejemplo, los Institutos de Formación Docente, las Instituciones educativas, las organizaciones que nuclea al personal de servicio en una Institución, centros estudiantiles, padres, y la comunidad en general. Considero que el sistema de sanciones desaparece con la propuesta de Comunicación estratégica, que las situaciones de desencuentros serán bienvenidos para generar los cambios que surgen, y que surgirán en el momento en que la organización deba cambiar en alguna situación que desencuentre como una brújula que redefinirá un nuevo rumbo.
Compromiso, sumado a la comunicación estratégica, será aquel eje que trasforma una promesa un objetivo, en realidad. La palabra que brindará en forma sana una intención que hace resurgir acciones cooperativas nuevas. Para esto es necesario saber que solo se concretiza en un tiempo, un tiempo que debe estar estipulado en el horario escolar, en el cual se protagonice el diálogo , la observación y la escucha sin juicios, y a partir de allí , la trasformación que llevarán a crecer y trascender a sus integrantes y a la Institución.
Lic. Rosana Matilde Gamboa